miércoles, 23 de noviembre de 2016

LA CHAYA

Introducción:

En esta ocasión traemos el estudio de la chaya aplicada en tres sistemas del cuerpo humano, estos son: el sistema tegumentario, urinario y circulatorio.


La chaya crece en regiones costeras del Golfo de México y del Mar Caribe. Su descubrimiento resulta un excelente legado de la cultura Maya. Según los investigadores, de ella se emplean las hojas y los pecíolos. Y afirman que, al analizar la composición química de las primeras, se observa que son ricas en sales de hierro, calcio, vitamina “A” y, sobre todo, vitamina “C”.
Sin embargo, hay que cocinar la chaya, porque las hojas crudas son tóxicas; la chaya contiene ácido cianhídrico que es tóxico. Este elemento puede acumularse en su organismo en manera similar al plomo, causando irritación y malestares por días. Para esto existen tratamientos caseros, como (por ejemplo) la misma agua de chaya producida por las hojas de estas plantas hervidas, sin ningún otro sazonador. 



A continuación se presenta una serie de propiedades curativas de la chaya:
Mejora la circulación sanguínea.
Ayuda a la digestión.
Mejora la visión.
Previene las varices y las hemorroides.
Reduce el colesterol.
Ayuda a reducir el peso.

Evita la tos.
Aumenta el calcio en los huesos.
Descongestiona y desinfecta los pulmones, etc.

Cabe mencionar que para la formación de esta investigación, nos dimos a la tarea de realizar una entrevista a una persona experimentada en este tema. En esta ocasión presentaremos a la Sra. Maria Luisa Caamal Puc, actual habitante de la localidad de Ticul, ubicada en en Estado de Yucatán, México. 
En la entrevista con la señora María Luisa, logramos recabar ciertos beneficios del consumo de la chaya, los cuales son mencionados en el párrafo de arriba...